Regar en la agricultura actual se ha convertido en un proceso que requiere un previo estudio y planificación. Por ello, una de las acciones más importantes del Programa Ceres es la instalación de sondas de riego. Se trata de una práctica decisiva para conseguir datos fiables y reales sobre la humedad del suelo.
Instalación de las sondas de riego
Instalamos tres sondas de riego a diferentes profundidades.
La primera de ellas mide a una profundidad más superficial, la que se considera la entrada del agua de riego
La segunda sonda se instala a la altura donde existe la mayor densidad radicular (donde hay más raíces). De esta manera nos aseguramos de que le llega el agua de riego a las raíces.
La tercera sonda se ubica donde hay ausencia de raíces, de esta manera podremos averiguar qué cantidad de agua de riego se está desaprovechando (drenaje)
Qué datos recogen las sondas de riego
La cantidad y aplicación del agua que necesita el cultivo son aspectos determinantes a la hora de buscar la eficiencia de nuestro riego. La correcta y controlada gestión del agua es básica para minimizar costes, dotando al regante de grandes ventajas en cuanto a ahorro y sostenibilidad. El proceso de instalación de las sondas de riego y el posterior estudio de los datos recogidos nos permitirá saber:
– Cuándo debo regar,
– Cuándo debo parar de regar
– La eficiencia de los riegos
– Cantidad de agua gastada
Este estudio del consumo y el uso del agua de riego se transmite a tiempo real en un programa online de asistente de riego. El cliente tiene acceso a esta plataforma a tiempo real desde su smartphone, visualizando datos tan importantes como el contador del riego de la finca, la tendencia del riego mensual, los datos históricos todos los riegos, así como su comienzo y finalización.